Como ya contamos en un post anterior, el pan es uno de los alimentos más diversificados, con cada vez más tipologías en las modernas ‘boutiques del pan’. Pero, ¿cuál es el más adecuado para cada variedad culinaria? ¿Cuál es el que mejor marida con un asado de cordero? ¿Y el más apropiado para tomar con unos ibéricos?
Para mejorar la armonía de la comida, debemos saber qué tipo de pan usar con cada elaboración culinaria para disfrutar mucho más de todos los sabores. Solo es necesario un poco de imaginación y sentido común, claves para triunfar en la cocina. Aun así, les damos unas pistas para acertar con el formato:
- Aperitivos: colines, picos o regañás.
- Embutidos suaves o queso poco curado: pan sabroso, ya sea con cereales o semillas) o tipo viena, gallega, candeal, andaluz.
- Ibéricos: pan de hogaza o de chapata o también picos y colines para contrastar con la salinidad.
- Quesos fundidos: pan payés.
- Verduras: baguette o mollete.
- Arroces: pan payés o candeal, porque su miga es más compacta.
- Cocidos y potajes: pan integral, por el intenso sabor de estos platos.
- Pulpo con patatas: hogaza gallega
- Pescados: panes con aceite o molletes
- Ahumados: pan de centeno, ya que la miga es algo más ácida, por lo que contrasta con el sabor de, por ejemplo, el salmón ahumado.
- Platos con salsa: panes con miga (como el de chapata o candeal) para empaparla bien de ‘pringue’.
- Platos con sabor fuerte o muy especiados: pan blanco (sin semillas) con sabor suave para no sobreponerse al sabor del plato (baguette, vienesa, candeal).
- Carnes de sabor fuerte y asados (cordero): hogaza castellana o pan candeal.
- Bocadillos: pan de corteza crujiente que soporte el peso de los alimentos que van dentro. Recuerde que en Horno la Parra contamos con un amplio catálogo con numerosas variedades de pan elaborados con materias primas de calidad superior.