¿Sabías que? Tan sólo la dieta mediterránea y las cocinas tradicionales japonesa, mexicana y francesa son declaradas como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Más allá de sus beneficios saludables, la dieta de las zonas mediterráneas constituye un estilo de vida y una forma de relacionarse con el entorno en el que desarrollan su vida las personas. Es decir, se reconocen los valores culturales y sociales que lleva aparejados, más allá de su aporte nutricional.
“La dieta mediterránea no comprende solamente la alimentación, ya que es un elemento cultural que propicia la interacción social.” Estas eran las palabras que empleaba la UNESCO para referirse a nuestra gastronomía. No sólo se trata de valorar sus múltiples beneficios alimenticios y que ya conocemos, si no de todo lo que conlleva.
En estrecha relación y como fundamento de identidad de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo se erige el acto de comer juntos. No nos sentamos a la mesa para comer, lo hacemos para comer juntos y disfrutar de un momento en compañía con la familia o los amigos. Lo hemos convertido en tiempo de relajación para conversar y desconectar del trabajo o los problemas. Así, es frecuente quedar para cenar o comer. En palabras de la UNESCO :»es un momento de intercambio social y comunicación, y también de afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia, el grupo o la comunidad».
Además, desde la dieta mediterránea se pone en relieve valores como la hospitalidad, la buena vencidad o el diálogo. Asimismo, refleja un modo de vida que se guía por el respeto hacia la diversidad.
Tampoco cabe duda del papel esencial que juega como factor de cohesión social en espacios culturales, festejos y celebraciones; agrupando a personas de todas las edades en torno al gusto por unos alimentos en común y una forma de cocinar característica.
Y es que la dieta mediterránea se fundamenta en el empleo de un determinado grupo de alimentos de base natural, que tienen un origen tanto animal como vegetal. La forma de combinar estos productos ha hecho que de manera inmediata reconozcamos un plato típico de esta gastronomía. Su versatilidad y variedad, permite crear una gran cantidad de recetas diferentes, sanas y saludables.
Disfruta del amplio abanico de la cultura gastronómica del mediterráneo y recuerda que el pan es un alimento fundamental incluido dentro de la dieta mediterránea.